Ir al contenido principal

𝐀𝐒Í 𝐋𝐄 𝐇𝐀𝐆𝐎 𝐄𝐋 𝐀𝐌𝐎𝐑 ♥️

- ¿CuĂĄntas veces le haces el amor a tu esposa?
- Le hago todos los dĂ­as.
- ¿A que hora?
- Todo el dĂ­a.
- ¿CĂłmo es Eso?
- Todos los días me levanto y le doy los buenos días con un beso en la frente, le preparo el café como a ella le gusta y le llevo en la cama. Antes de ir al trabajo no olvido de decirle cuanto la amo. Cada vez que tengo un tiempo libre en el trabajo no olvido de mandarle mensajes preguntåndole su estado de ånimo. Trato de desocuparme lo mås råpido que puedo, para poder ir en casa y pasar un momento con ella. Al llegar ella tan hermosa me espera con la cena, riquísima pasta que a mí me encanta. Mientras ceno la observo detenidamente a los ojos y pienso lo hermosa que es. Cuando alza los platos sucios de la mesa, le digo que estuvo riquísima la comida y que ella es mi cocinera hermosa preferida. Cuando llega la hora de dormir, la miro de pie a cabeza y la beso, la llevo en la cama y desprendo sus prendas, la beso, acaricio todas sus hermosas curvas, mientras ella a mí me desprende la camisa, y así ambos tenemos sexo, y al término de ese día le digo antes de que se duerma por mi pecho que es la mejor persona que he conocido en la vida, que la amo muchísimo y que siempre le haré recordar eso todos los días de mi vida.
AsĂ­ le hago el amor a mi esposa, todos los dĂ­as. CreĂ­ste que era tener sexo todo el dĂ­a? No, hacer el amor es demostrar todo el tiempo ese amor que llevas dentro por la persona.

Comentarios

Entradas populares de este blog

UN DÍA BAJÉ A MI HIJA Y YA NUNCA LA VOLVÍ A CARGAR.

La carguĂ© cuando se habĂ­a lastimado. La carguĂ© cuando estaba emocionada. La carguĂ© cuando estaba cansada. La carguĂ© cuando aĂșn era demasiado pequeña para ver lo que yo podĂ­a ver. Y de pronto un dĂ­a la bajĂ© y ya no la volvĂ­ a cargar. Un dĂ­a, sin darme cuenta... ella se hizo grande. Demasiado grande para caber en mis brazos. Demasiado grande para descansar en mi. Un dĂ­a la bajĂ© y ya no la volvĂ­ a cargar. Un dĂ­a, sin darme cuenta ella se hizo fuerte. Lo suficientemente fuerte para seguir adelante aunque estuviera cansada; lo suficientemente fuerte para calmar su propio dolor. Un dĂ­a la bajĂ© y ya no la volvĂ­ a cargar. Un dĂ­a sin darme cuenta, ella ya podĂ­a ver lo que yo podĂ­a ver. Ella podĂ­a ver por encima de la gente. Ella podĂ­a ver sin mi ayuda. Un dĂ­a la bajĂ© y ya no la volvĂ­ a cargar. El dĂ­a que la bajĂ©, yo no sabĂ­a que serĂ­a el Ășltimo. HabĂ­a sido una rutina que hicimos miles de veces. Y lo cierto es que ella aĂșn me necesita para guiarla a travĂ©s de la vid