Ir al contenido principal

𝐒𝐀𝐁𝐈𝐃𝐔𝐑Í𝐀 𝐃𝐄 𝐕𝐈𝐄𝐉𝐀.

"Mira, mija, pa´que dejes de andar quejĂĄndote, te voy a dar unas cuantas sugerencias pa' que vivas bien, y no nomĂĄs sobrevivas...
¡MĂ­rame a mĂ­, estoy en la flor de la vida y me sigo riendo !
1.- Agradece por todo
2.- Cuando puedas comer... come,
cuando puedas dormir... duerme,
cuando puedas disfrutar... disfruta,
cuando puedas trabajar ....trabaja,
y si aĂșn puedes, Ă©chate unos traguitos, juega con los hijos, haz el amor o ponte a silbar, a cantar en la ducha, y dĂĄ gracias a Dios porque tienes Salud.
No te la pases quejando,

¡¡ayyy si hubieraaaa!, ¡¡ayyy les di! ...¡ayyy si tuviera... ¡cuĂĄnto sacrificio!, ¡no m'ijita, altas y bajas siempre han habido y siempre habrĂĄn!
3.- Si en la noche no puedes dormir,
sĂ­ estĂĄs vuelta y vuelta en la cama,
pos' pårate y ponte a hacer algo, arregla un cajón, plancha tu blusa pa mañana, ponte a leer, porque si te quedas acostada con los ojos abiertos...
¡vas pensar puras huevadas!
Y lo pior es que te paras y las haces...
Ya de por sĂ­......
4.- Los problemas grandotes, esos que son del mundo, y que se oyen en la televisiĂłn, que sĂ­ se estĂĄ calentando el planeta, que sĂ­ a tal paĂ­s ya se le llevaron los dineros, que si los narcos... ¿esos mija?, mĂĄndalos a la m........
¡¡no los vas a arreglar tĂș!
Luego ni les entiendes,
¡no te hagas bolas!
Deja que los que pueden, los arreglen.
Pero tĂș... ocĂșpate de los que se ven mĂĄs chiquitos, esos que sĂ­ estĂĄn en tus manos.
DespabĂ­late, aunque sea a ratos, atiende esos, los demĂĄs
¡¡a la p…. madre!!
5.- Si te dan... agarra todo lo que te den.
Agårralo, aprovéchalo, así sea un beso o una pendejadita, porque uno vive pensando, que las cosas las genera uno, pero no sabes de qué forma te llegan...
¡asĂ­ que tĂș agarra y no te acorbades!
6.- ¡Ahhh! pero eso si..
¡No agarres lo que no es tuyo¡
ni la bicicleta, ni la bolsa, ni el dinero, ni al marido o amante de otra, lo ajeno respĂ©talo, es de otra, cada quien tiene lo suyo, ¡lo que se gana y lo que se merece!
7.- Lo que hagas
hazlo con ganas, con muchas ganas y mucho gusto, y hazlo bien o no lo hagas y dĂ©jate de pendejadas, olvĂ­date de las envidias tĂș ...a lo tuyo porque no sabes cuĂĄnto vales...
8.- CuĂ­date de las cabronas y alĂ©jate de las pendejas, fĂ­jate bien como son ....porque ¡¡hay malvadas!,
conĂłcelas y nunca seas como ellas..
Ayuda y escucha a tus amigas,
no hables mal de la gente, nĂ­ de las cabronas, ni de las pendejas,
sé orgullosa, pero no seas arrogante ni prepotente.
SĂ© humilde, no agachada;
sé valiente, no imprudente.
Cuando ganes, sonrĂ­e, cuando pierdas, no armes un escandalo, y si te dĂĄ la gana... llora.
9.- Nunca te preocupes por lo que no tienes, por lo que no puedes comprar,
cuĂĄntas cabronas que tienen todo el dinero del mundo estĂĄn en la cĂĄrcel, enfermas de la cabeza, o guardadas en un hospital, asustadas e inseguras, o tienen un marido pendejo, no son felices, no saben comunicarse, no tienen una familia como la tuya.
TĂș tienes algo mĂĄs valioso que es ....tu gente y tu salud.
10.- Manda a la chingada la Muerte
que sea ella la que se preocupe por no poderte llevar, y no seas tĂș la que se preocupe porque ya te va a llevar!
¿AsĂ­ ?, ¿o mĂĄs claro?
Y, por Ășltimo, mijita, si la vida te dĂĄ limones ...
¡¡ QuĂ© limonada, ni quĂ© la chingada !!
'' TU PIDE TEQUILA Y SAL'

Comentarios

Entradas populares de este blog

UN DÍA BAJÉ A MI HIJA Y YA NUNCA LA VOLVÍ A CARGAR.

La carguĂ© cuando se habĂ­a lastimado. La carguĂ© cuando estaba emocionada. La carguĂ© cuando estaba cansada. La carguĂ© cuando aĂșn era demasiado pequeña para ver lo que yo podĂ­a ver. Y de pronto un dĂ­a la bajĂ© y ya no la volvĂ­ a cargar. Un dĂ­a, sin darme cuenta... ella se hizo grande. Demasiado grande para caber en mis brazos. Demasiado grande para descansar en mi. Un dĂ­a la bajĂ© y ya no la volvĂ­ a cargar. Un dĂ­a, sin darme cuenta ella se hizo fuerte. Lo suficientemente fuerte para seguir adelante aunque estuviera cansada; lo suficientemente fuerte para calmar su propio dolor. Un dĂ­a la bajĂ© y ya no la volvĂ­ a cargar. Un dĂ­a sin darme cuenta, ella ya podĂ­a ver lo que yo podĂ­a ver. Ella podĂ­a ver por encima de la gente. Ella podĂ­a ver sin mi ayuda. Un dĂ­a la bajĂ© y ya no la volvĂ­ a cargar. El dĂ­a que la bajĂ©, yo no sabĂ­a que serĂ­a el Ășltimo. HabĂ­a sido una rutina que hicimos miles de veces. Y lo cierto es que ella aĂșn me necesita para guiarla a travĂ©s de la vid