Ir al contenido principal

đ’đšđ„đšđŠđžđ§đ­đž 𝐚 𝐭í "💘

"—¿Entonces quĂ© haremos?
—El Amor.
—¿Seguro?
—SĂ­.
—Bien, me voy desnudando.
—¿Y para quĂ© te estĂĄs quitando la ropa?
—Pues para hacerlo.

—¿QuiĂ©n te dijo que tienes que desnudarte para HACER EL AMOR?
—Pues que yo sepa asĂ­ se hace.
—No, esa no es la Ășnica forma de hacer el Amor.

—¿Y cĂłmo entonces?
—SĂłlo dĂ©jate puesta la ropa y conversemos hasta cansarnos, riĂĄmonos por nada y por todo, mirĂ©monos despacito hasta intentar descifrarnos.
Conmigo no necesitas desnudarte de cuerpo, sino de alma, sĂłlo mirĂ©monos hasta quedarnos sin palabras, y allĂ­, en ese instante en que las palabras sean insuficientes para explicar lo que sentimos, en ese silencio infinito al fin podremos tocarnos. ¿Comprendes?

—¿Tocarnos?
—SĂ­, tocarnos con la dĂłcil ternura de una caricia que se expanda dulcemente hasta morir en un abrazo.
—Ay, quĂ© bonito.
—Mira, ¿me dejas sostener tu mano?
—SĂ­.
—¿Sientes? esa es una de las formas de hacer el Amor

De eso se trata.

TĂș sĂłlo dĂ©jate puesta la ropa y hablemos hasta cansarnos, sĂłlo mirĂ©monos la boca, las pestañas, los labios por un rato y si el beso es necesario vendrĂĄ sin pedir permiso.

Hablemos hasta saber todas nuestras memorias, hasta saber nuestros mås hondos secretos, tan sólo déjame mirarte hasta el deleite mås extremo y exquisito, déjame verte el ALMA hasta el cansancio, hasta que estos ojos se rindan y me obliguen a bajar los pårpados incitåndome a dormir.

—¿Y vas a forzarlos a permanecer abiertos?
—SĂ­, para mirarte toda la noche...
Solamente a tí "💘

*Gabriel GarcĂ­a MĂĄrquez

Comentarios

Entradas populares de este blog

UN DÍA BAJÉ A MI HIJA Y YA NUNCA LA VOLVÍ A CARGAR.

La carguĂ© cuando se habĂ­a lastimado. La carguĂ© cuando estaba emocionada. La carguĂ© cuando estaba cansada. La carguĂ© cuando aĂșn era demasiado pequeña para ver lo que yo podĂ­a ver. Y de pronto un dĂ­a la bajĂ© y ya no la volvĂ­ a cargar. Un dĂ­a, sin darme cuenta... ella se hizo grande. Demasiado grande para caber en mis brazos. Demasiado grande para descansar en mi. Un dĂ­a la bajĂ© y ya no la volvĂ­ a cargar. Un dĂ­a, sin darme cuenta ella se hizo fuerte. Lo suficientemente fuerte para seguir adelante aunque estuviera cansada; lo suficientemente fuerte para calmar su propio dolor. Un dĂ­a la bajĂ© y ya no la volvĂ­ a cargar. Un dĂ­a sin darme cuenta, ella ya podĂ­a ver lo que yo podĂ­a ver. Ella podĂ­a ver por encima de la gente. Ella podĂ­a ver sin mi ayuda. Un dĂ­a la bajĂ© y ya no la volvĂ­ a cargar. El dĂ­a que la bajĂ©, yo no sabĂ­a que serĂ­a el Ășltimo. HabĂ­a sido una rutina que hicimos miles de veces. Y lo cierto es que ella aĂșn me necesita para guiarla a travĂ©s de la vid