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Solo una mujer extraordinaria .❤️❤️


"Si buscas una mujer perfecta, lo siento... algún día dejaras de sentirte atraído por la juventud, por esas chicas hermosas y radiantes. Por su abdomen plano y sus nalgas firmes, con sus senos hermosos y altivos, su cara de ángel y su sexo dispuesto.

Te gustará una mujer adulta, de mirada inquieta, de rostro opaco, con senos caídos, estrías y cesárea, con él estómago flácido, esa mujer que lleva años peleando con sigo misma por él paso del tiempo.
Esa mujer que ha sobrevivido a una humillación o a un desprecio, esa mujer que ha sido usada, una mujer que tiene mucho que dar, una mujer que ya conoce su cuerpo, que se ha sentido, que se ama hoy tal cual es.

Que no se reprime al decir abiertamente lo que quiere de ti, quizá sexo, quizá compañía, quizá amor.

Que no quiere tu dinero ni tu fama. Que tiene ganas de sentir, de vivir.
Una mujer que no teme a decirte que eres un imbécil o que eres maravilloso y te ama.
Y ese día que te topes con esa mujer y la ames, ese día sabrás que él paraíso existe...

Y no es la mujer perfecta"
Solo una mujer extraordinaria .❤️❤️

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UN DÍA BAJÉ A MI HIJA Y YA NUNCA LA VOLVÍ A CARGAR.

La cargué cuando se había lastimado. La cargué cuando estaba emocionada. La cargué cuando estaba cansada. La cargué cuando aún era demasiado pequeña para ver lo que yo podía ver. Y de pronto un día la bajé y ya no la volví a cargar. Un día, sin darme cuenta... ella se hizo grande. Demasiado grande para caber en mis brazos. Demasiado grande para descansar en mi. Un día la bajé y ya no la volví a cargar. Un día, sin darme cuenta ella se hizo fuerte. Lo suficientemente fuerte para seguir adelante aunque estuviera cansada; lo suficientemente fuerte para calmar su propio dolor. Un día la bajé y ya no la volví a cargar. Un día sin darme cuenta, ella ya podía ver lo que yo podía ver. Ella podía ver por encima de la gente. Ella podía ver sin mi ayuda. Un día la bajé y ya no la volví a cargar. El día que la bajé, yo no sabía que sería el último. Había sido una rutina que hicimos miles de veces. Y lo cierto es que ella aún me necesita para guiarla a través de la vid